Reseña | "Someday or One Day" (2019) | Un anhelo que trasciende el espacio-tiempo

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En 2019, Huang Yu-Hsuan, sumida en un duelo interminable, recibe una misteriosa cinta de casete cuya canción la transporta en el tiempo a 1998, donde conoce a un chico idéntico a su novio fallecido. Aunque al principio piensa que es una oportunidad para reencontrarse con él, pronto entiende que el joven no es quien ella cree, y que además, habita el cuerpo de una estudiante llamada Chen Yun-ru, a quien debe salvar de un mortal peligro. ¿Podrá regresar a su tiempo en el futuro o se quedará atascada en un pasado que no le pertenece?

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Una conexión invisible une a cuatro extraños, cuyas decisiones repercuten en sus pasados y futuros. Con el espacio-tiempo entremezclándose y dándoles tanto felicidad como tragedia, un trio de jóvenes estudiantes crecen y conocen el amor en 1998, mientras que en 2019 una joven sobrelleva el duelo tras perder a su novio. ¿Qué une a cuatro personas, separadas por décadas en el tiempo? ¿Será su aspecto extrañamente similar? o ¿el fuerte sentimiento de anhelo por un amor perdido?

Les voy a ser honesta, hay que entrar a esta serie a ciegas. De hecho, no quería poner un sinopsis tan detallado porque parte de la experiencia es descubrir junto con los personajes el porqué de las experiencias que les han tocado vivir, y sobre todo, si serán capaces de cambiarlas. Someday or One Day llegó a mi por casualidad del algoritmo de Twitter, y todos los comentarios sobre la serie instaban a solo darle play y dejarse sorprender. Justo como Huang Yu-Hsuan al reproducir esa vieja cinta de casete por primera vez. Así lo hice, y vaya, fue una revelación.

No solo puso a Taiwan dentro de mi radar, sino que me emocionó, hizo reír y llorar, todo junto. Dejandome con esa sensación tan bonita que te deja un (buen) drama asiático, no sé como explicarlo, pero antes de ver estas producciones, las series me gustaban y listo. Al empezar a ver estas historias y sobre todo la forma en que las cuentan, descubrí de nuevo la magia de la televisión y el storytelling. Y SOOD es otro ejemplo de esto. Eso si, hay que ser objetivos, no reinventó la tv, ni está contando una historia con aspectos que no se hayan visto; pero tras años de ver tanto buena como mala tv, sé que la originalidad recae en la manera que se cuenta una historia; y ahí este drama resalta. 

Así que, prepárense para una historia, bien construida y muy bien escrita. Cada escena, dialogo y detalle en pantalla está ahí para referenciar al pasado/futuro de los personajes, que episodio a episodio nos muestran que está mas entremezclado de lo que parece. Y que a pesar de juntar tanto sci-fi como fantasía, la ejecución resulta perfecta. Si hablamos de tropes, tenemos star crossed lovers, time traveling (obvio) y soul swap (aunque no se si se llame tal cual así, jeje).

Sin embargo, lo que más me llamó la atención fue la manera de rodar ciertas escenas para brindar familiaridad o denotar detalles en la personalidad de los personajes. Incluso, hay ciertos episodios donde se utiliza una voz en off y las tomas parecen una pequeña pelicula. Todo se siente experimental, brillante y encaja de gran manera con lo que está contando. Incluso el nombre del episodio tiene su propia estética, y ni hablar del intro y outro, cuyas tomas igual van revelando ciertos simbolismos. Todo tiene un porqué, y representa algo. Nada está al azar, y aunque dos o tres cosas parecen quedar sueltas, si nos fijamos bien, podemos encontrar las respuestas.

SOOD sabe que su espectador es listo, o al menos, que está consciente de estar viendo una historia difícil. Por eso lo lleva del 2019 al 1998, y luego brinca al 2008-2010 y se vuelve a regresar cuando la narrativa lo requiere. Y aunque pueda leerse tedioso, el drama en ningún momento se siente así, en especial por girar la tuerca seguido para intrigarte a saber más. Con múltiples vidas en distintas líneas de tiempo, enredadas por un fatídico destino, acompañamos a Huang Yu-Hsuan a buscar las respuestas necesarias para intentar cambiar su futuro. Y es un viaje lleno de emoción, risas y lagrimas (por supuesto).

La fuerza motora de la historia es el amor entre los protagonistas, cuyo deseo de siempre encontrarse los pone en medio de un dilema de espacio-tiempo. Y es uno que, tras conocerlos de forma individual y también como son juntos, entendemos que vale la pena. Además, ¿Quién no ha dado todo por un ser amado? Viajar en el tiempo es una nimiedad para la situación en la que los personajes se ven involucrados. Y es que el amor entre Huang Yu-Hsuan y Wang Quan Sheng es natural, espontaneo y adorable como un primer amor que poco a poco va fortaleciéndose con los años. Nunca se es demasiado temprano para dar todo por quienes nos importan, y tampoco es tarde para seguir amándolos. Este par me ha robado el corazón, y ahí se van a quedar. 

gif credit: aellyne 

Además, de la emotiva historia de amor; también aprendemos sobre la amistad y el sacrificio. Pero algo que llamó mi atención es la necesidad de tocar como la sociedad es quien influye en nuestros destinos. Sin indagar mucho en esto, pues es un aspecto que repercute mucho, es interesante como siempre debemos recordar que aceptar las diferencias de los demás, decir una palabra amable de vez en cuanto a otros: puede marcar la diferencia. Y que al final, nuestras decisiones marcan nuestro futuro, y que decidir pensando en los demás puede cambiar el de otros.

Tainan, 1998

Otro aspecto a destacar son las actuaciones, que trabajazo de todos los actores al realizar la tarea de interpretar hasta 3 personajes distintos, en especial los protagonistas Alice Ke y Greg Hsu. Leí por ahí que este doble papel es el primer protagónico "grande" de Greg Hsu y quedé impresionada por su actuación llena de matices, puede ser adorable, gracioso, misterioso, e incluso una persona dolida y anhelante sin resultar cringe o fastidioso. Cosa que amé, sus personajes los seguimos durante mucho rato y gracias a él, nunca nos cansamos de verlos.

Greg Hsu como Li Zi Wei

Por supuesto, igual me pongo de pie con Alice Ke, quien logra encarnar marcando diferencia a la vibrante Huang Yu-Hsuan y a la introvertida Chen Yun-ru; y también a la versión donde habita a esta ultima. Me encantó verla en pantalla y definitivamente me apunto otros de sus dramas a mi lista porque, así de buena es, me robó la atención desde el primer momento.

Alice Ke como Huang Yu-Hsuan
(en el cuerpo de Chen Yun-ru siendo específicos jaja)

La música, otro factor importante se vuelve emotivo, y aunque cierta canción se repite cada episodio como diez veces, al final, cuando la escuchas se vuelve en un sonoro recuerdo de estos personajes que robarán tu corazón. Y es que, queremos lo mejor para ellos cuando comenzamos a conocerlos mas a fondo, y aprendemos que son victimas del destino. Durante 13 episodios, que querrás maratonear al necesitar respuestas, seguimos una emotiva, bien construida y fantástica historia que se queda en el espectador que decide darle una oportunidad a una narrativa donde un ardiente anhelo trasciende el espacio-tiempo.

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Calificación

📺📺📺📺,5 de 5

a must watch, trust me

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Nota: En algunos episodios, la trama toca algunos temas que considero dignos de advertir. Se habla sobre la depresión, pensamientos suic1das, ataques físicos a personas y animales, y aunque no es el fin mostrar violencia, pueden ser no aptos para todos.