Reseña | "La Piel Fria" | Albert Sanchez Piñol

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"Y podia constatar, asombrado de mi mismo, que ni siquiera me importaba 

que pudiera ser mas o menos humana, mas o menos mujer. 

Es mentira: el septimo dia el buen Dios no descanso. 

El septimo dia la hizo a ella y nos la escondió bajo las olas."

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A comienzos del siglo XX un prófugo de la resistencia irlandesa llega a una pequeña isla del Atlántico Sur para realizar mediciones meteorológicas durante un año. Ahí solo encontrara una cabaña y un faro habitado por un personaje intratable y hermético. Pero lo peor llega durante la noche, cuando los dos habitantes de la isla se ven asediados por extrañas criaturas procedentes del océano. Sometidos a una tension extrema y consientes de la titánica lucha que deben sostener para vencer la amenaza, descubren que convivir con lo desconocido es la única salida posible para sobrevivir.

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Pero que novela, en serio, es realmente excepcional y me preocupa que la mayoría de la gente no tenga mucho conocimiento de ella. Como suele ser costumbre, una adaptación de este libro se estreno el año pasado en unos cuantos festivales de cine y el protagonista es un actor que sigo desde hace poco pero me gusta su trabajo, porque la mayoría son personajes de "época". En fin, comenzó a publicar sobre su nueva película y me llamo mucho la atención la historia, investigando me tope con la novela, que hace unos meses recorrí la capital buscando, y por ningún lado se dignaba a hacerse presente en mi vida. Hasta hace poco, en mi ciudad natal, buscando un poco de consuelo después de haber visto por segunda vez "Call Me By Your Name", me fui a la librería mas cercana y ahí estaba. Tan tranquilo, apacible, como las propias aguas marítimas. Lo tome y senti tanta calma, había encontrado por fin la novela.

Me tarde mas tiempo de lo que creí en leerla, principalmente (y como siempre) por la escuela, pero cada vez era notable que la historia comenzaba a profundizarse cada vez mas, y eso era algo bueno. Lo que le destaco mucho a la novela es el narrador y protagonista, había momentos en donde sus pensamientos se convertían en una frase que me dejaban pensando otros significados para la misma. Comprendí la profundidad de las cosas, el verdadero significado de la seguridad, de como engañamos a nuestra mente y de como hasta en lo mas mínimo hay cierta esperanza.

Es extraño como la novela se las arregla para poder funcionar con solo dos personajes, interactuando mas o menos seguido, y aun así entretenerte y preguntarte que pasara con ellos. Por alguna razón, tenia un deseo muy grande de que el protagonista se salvara, a fin de cuentas están en una isla en medio de la nada con estas criaturas que no entienden razones humanas. Tienen las propias.

Pero mi deseo, era hecho un lado, por la fascinación que sentía ante las criaturas: como se organizaban, vivían y sus motivaciones para atacar el faro cada noche. ¿Hambre o simplemente mera curiosidad? Es algo impactante como el autor comienza a darte un punto de vista, influido seriamente por la locura y el miedo y poco a poco va revelando que, realmente no hay mayor enemigo que uno mismo.

Es un gran viaje el que pasa nuestro protagonista, en especial, porque el compañero que tiene, es alguien vil y enloquecido por su propio pasado, se inventa demonios y guerras donde realmente solo hay dolor o desesperanza. Un hombre muerto es mejor que un hombre "muerto" intentando sobrevivir. ¿Entienden el dilema? Se explica y juega mucho con el, incluso cuando el climax ha pasado e intentas recuperarte y esperar lo mejor para el final; te vas dando cuenta, que la verdadera bestia es uno mismo: que somos los violentos, los asesinos. 

Y cuando eso sucede, aparece ante ti el verdadero antagonista; el propio Faro.

Encuentro muy interesante esta metafora, en especial por lo mucho que impacta en el protagonista, que baila en los pasos finales de la cordura para encontrarse con su ser mas primario.

Les recomiendo tener un diccionario a la mano, porque he encontrado muchas palabras interesantes que añadir a mi vocabulario, y sobre todo, intentar ver la profundidad de las letras impresas, porque esa es la verdadera belleza de "La Piel Fría", hacernos saber que por la mitad de nuestra vida nos aferramos a espejismos, y que El Faro siempre se nos presentara como una seguridad, una comodidad y un refugio; de nuestro verdadero ser, de la verdadera naturaleza de nuestro alrededor, o solamente de nuestros propios miedos.

¡Bonitas Lecturas!