Reseña | "Maid" | También se puede limpiar la vida

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La miniserie cuenta la historia de Alex, una madre soltera, que tras huir de una relación abusiva, comienza a trabajar en la limpieza de casas para poder mantenerse y darle una mejor vida a su hija, Maddy.

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Que bellísima producción, no puedo encontrar otra frase para iniciar esta reseña. Y es que, "Maid" o "Las cosas por limpiar" (titulo que le han dado en español); es una historia sobre fortaleza, resilencia y creer en si mismo. Sobre la identidad: quienes somos, a donde pertenecemos, cuanto valemos... y sobre hacer las paces con las cosas, pues aunque algunas pueden cambiar hay algunas que no, y eso esta bien. 

Alex es una joven en su veintena que inicia su historia con miedo y desconfianza, pues ni siquiera cree estar siendo abusada por su pareja, pero huye al darse cuenta que los golpes a la pared pueden pasar a ella en cualquier momento. Con una primera escena, tensa y preocupante, nos sentimos atraídos a Alex no como víctima, si no como sobreviviente en busca de una oportunidad. Como mujer, pude empatizar con ella casi de inmediato, cosa que también se debe a la excelentísima Margaret Qualley, quien le da vida; pero sobre todo porque ¿quien no ha escuchado? (o vivido) una historia similar.  Queremos lo mejor para Alex porque lo merece, porque ninguna mujer debe sufrir lo que ella. 

Tras huir con solo 18 dólares en la cartera, empieza a tropezar más de lo que avanza, y poco a poco vamos conociendo su entorno, sus sentimientos encontrados y sobre todo, la vemos llegar a entender que solo se necesita a sí misma para criar a su hija, Maddy, una niña de tres años vivaz y víctima de su ambiente. 

El resto de personajes, están ahí para ayudarla de una forma u otra. Cada uno le va enseñando la amabilidad, el rechazo, el odio e incluso la sororidad y mientras pasa horas en papeleo y filas para intentar obtener apoyo gubernamental para subsistir, estos personajes le dan lecciones, la motivan, la deprimen pero poco a poco la van haciendo más fuerte. Igual, nos va narrando detalles de las casas de sus clientes por medio de diarios que comienzan como una fuente de desahogo y al final, una posible obra para cumplir su sueño de estudiar escritura creativa.

Sumamente disfrutable e inspiradora (y con preciosos escenarios), la historia de Alex sobre el agridulce vivir nos enseña que podemos limpiar nuestra casa muchas veces, redecorarla o mudarnos; pero si no hacemos una limpieza "más profunda" para entender que nuestro hogar es donde nosotros lo hagamos nunca podremos tener una "casa limpia". 

Pues no se necesita una gran mansión, mucho dinero o una gran pareja para ser felices, a veces, solo necesitamos ponernos una bandana en el cabello y una playlist  para comenzar a limpiar la única casa que importa: nuestra vida. 

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Calificación

📺📺📺📺 de 5