Reseña | Black Mirror S5 | "El futuro ya está aquí y a nadie le pareció interesante"

Después de cuatro temporadas, 'Black Mirror', serie que Netflix recibió en su catalogo, regresa con una quinta temporada de tres episodios, para algunos 'olvidables' o 'tan buenos como siempre' episodios con la misma vena característica de la serie: un oscuro reflejo de la humanidad. 

En lo personal, soy del grupo impopular que defiende 'Arkangel', le gusta 'Metalhead' y que no le gusto tanto 'Black Museum'. Así defenderé estos tres episodios también. 'Black Mirror' siempre me ha gustado por no tener miedo de mostrar a la humanidad en sus peores facetas, sin embargo, a muchos nos les gustó la 'mudanza' de cadena productora y por ende la cuarta y ahora estrenada quinta temporada tiene tanto a fanáticos y a críticos 'decepcionados', pero para mi, sigue siendo igual de buena que siempre. 

Cada episodio tiene lo suyo, y esta bien, ninguna serie es perfecta pero esta ha sabido mantenerse (a pesar de lo que digan) con historias sencillas cuyo trasfondo es más humano que fantasioso. La tecnología en la serie está como apoyo al hilo conductor principal: la decadente humanidad. 

Y eso continua retratándose en esta temporada, digan lo que digan. Uno de los comentarios que mas ruido me hizo fue el que "esta temporada no es tan futurista", poniéndome a pensar que, el universo de 'Black Mirror' siempre ha sido un 'futuro cercano' pero que tal si, después de tantas temporadas ¿ese futuro ya está aquí?. Y no tiene colores neon o naves como tantas películas de ciencia ficción nos han mostrado, en realidad tiene moralidad difusa, tragedia y nos orilla a hacer lo impensable. 

Esto siempre se ha retratado con la tecnología como apoyo, y aunque estos tres nuevos episodios también cuentan con ella, en realidad no se apoya en ella para contar la historia, sino que es la razón por la cual se cuenta la historia. La tecnología en este universo ha dejado de ayudar y en realidad esta empeorando las cosas. (y esto está presente en todos los episodios, solo que en estos últimos tres ya no se nos decora nada, sino nos muestran vidas ordinarias arruinadas por el exceso o mal uso de esta misma).

El primer episodio, 'Striking Vipers' nos presenta un Xbox 4DX como me gusta denominarlo, el VR es solo el primer paso y después podremos sentir absolutamente todo con nuestras consolas, TODO. Y lo reconozco, tiene grandes vibras de 'Ready, Player One' (2018) por ahi escondidas, pero el episodio se esta enfocando en como dejamos que la tecnología nos ponga en duda todo lo que solíamos conocer y nos haga preguntarnos ¿a donde va ir a parar la moralidad? cuando podemos hacer lo que 'estaba mal' de manera 'ordinaria'. En otras palabras, podemos engañar y separarnos tanto de nuestras parejas por culpa de un videojuego (que ya esta sucediendo, o apoco nadie se ha enojado porque nuestra pareja le presta mas atención al Xbox o al Netflix) y nos parece 'normal' porque a fin de cuentas es una consola. Este episodio me gustó por mostrar que sencillo resulta borrar la linea entre lo correcto y lo prohibido, y dejar a la moralidad como un tema de "la vieja escuela" poniéndonos a pensar 'total, es un juego y nos estamos divirtiendo.

El segundo episodio, 'Smithereens' nos presenta a un hombre atormentado por la muerte de su prometida. Fue un accidente de coche fatal y parece que nunca pudo recuperarse de haberla perdido, ¿y quien lo puede culpar? Se siente responsable, y en realidad lo es. Pero, se nos vuelve a mostrar como solemos darle vuelta a lo que sentimos, y nuestra necesidad de culpar a otros por nuestros actos, es algo completamente humano, algo malo, pero que no quita de ser humano. Sin embargo, este episodio da su vuelta de tuerca cuando en realidad el hombre no quiere hacer responsable del fallecimiento al creador de una red social parecida a Twitter, si no que, le quiere hacer saber lo que su creación es capaz de hacer. Y para mi es lo más rescatable del episodio. 

Acepto que es demasiado largo y el protagonismo de Bauer se ve desmerecido por el poco tiempo en que es introducido. El episodio da vueltas donde mismo y cuando parece encarrilarse se termina. Una lastima, pero eso no le quita el mérito, con un final desolador como solo Black Mirror puede hacerlo, vemos como el protagonista cumple su misión y deja al creador de 'algo que debía mejorar la vida' solo con sus perturbados pensamientos de como la creación puede rebasarnos y volverse en contra nuestra; así como Frankenstein y Victor, así como Dios y los Humanos. Una historia clásica que continua resonando porque seguimos siendo los mismos. 

El tercer episodio, 'Rachel, Jack y Ashley Too' es un poco raro al principio, tanto por donde esta ubicado como por lo que va a contar, hasta que se vuelve tan cotidiano que toda la historia resulta difícil de ver porque es la realidad de la que solemos escondernos. Para aquellos que dicen que es una semblanza a la vida de Miley Cyrus, pues están en lo cierto, así que tengan un poco de simpatía. Es la realidad y todos lo sabemos, refleja la industria musical, el control de identidad y el robo de la misma. Sabemos que la industria es difícil pero nunca lo que en realidad sucede de fondo. Es posible que sea el único episodio con 'avances tecnológicos' y por eso se rescata para algunos fans, para mi es uno muy bueno, divertido por momentos y con un trasfondo importante manejando también el rol de los 'iconos' para los jóvenes, en momentos de perdida tanto física como emocional. 

En resumen, me puedo pasar un buen rato defendiendo esta temporada, y por lo mismo hago esta entrada. 'Black Mirror' sigue cumpliendo su propósito de darnos un reflejo de la humanidad, de como la tecnología afecta nuestras vidas, como reaccionamos hacia y con ella, como podemos deslindarnos de estándares porque es posible, pero sobretodo, como dejamos de ser 'humanos' al volvernos cada vez más 'cómodos' con inteligencia a nuestra disposición. 

Calificación:

(Dos teles y media de cinco)

"Black Mirror" está disponible en Netflix y sitios web de su preferencia :)

¡Buenas series para todos!